De copias e inspiraciones

Dicen que está todo inventado y posiblemente sea casi verdad.

En el mundo del diseño muchas veces se camina en el filo de la navaja entre lo que puede ser una copia y lo que es una inspiración, pero como bien apuntaron Faemino y Cansado, parecido, no es lo mismo.

Bien es sabido que una de las sillas más copiadas de la historia es la Serie 7 de Arne Jacobsen. Un clásico contemporáneo que ha sufrido los ataques replicantes de españoles, italianos y, por supuesto, chinos.

una silla inspiradora: la Serie 7

una silla inspiradora: la Serie 7

Así mismo esta silla también ha sido inspiradora de otras. Sillas con su propia personalidad y características en cuyo diseño el autor bebe de las fuentes danesas, como la Gorka de Akaba, diseñada por Jorge Pensi. Una silla inspirada no es una silla copiada.

una silla inspirada: la Gorka de Akaba

una silla inspirada: la Gorka de Akaba

Algo que al bueno de Jacobsen en modo alguno debería importarle pues él mismo también se inspiró ( y de qué manera) en otros diseños anteriores.

Este es el caso del arquetípico Cisne. El archifamoso Swan que junto con el Egg forman parte del imaginario icónico del diseño del s. XX fue una creación bastante, pero bastante inspirada en otro gran diseño, también alado: el Pelícano.

La primera butaca-ave: el Pelícano

La primera butaca-ave: el Pelícano

Efectivamente, el diseño de Jacobsen (1958) se inspira, indudablemente, en el de Finn Juhl, quien unos cuantos años antes había diseñado y producido su butaca. En 1940, para más señas.

una butaca-ave inspirada: The Swan

una butaca-ave inspirada: The Swan

El caso de Juhl resulta, en cierta manera, paradigmático. No tan conocido como otros grandísimos diseñadores daneses como el mencionado Arne Jacobsen, Hans Wegner o Borge Mogesen sus diseños sirvieron de base para posteriores generaciones.

Un sofá inspirador: el Poet

Un sofá inspirador: el Poet

Un buen ejemplo bastante reciente puede observarse en el tremendo paralelismo existente entre el sofá Poet (Finn Juhl, 1941) y el Favn (Jaime Ayón, 2012 para Fritz Hansen): esa concha sobre la que se posa el asiento, esas patas de madera desnuda, esas líneas curvas y sensuales…

Un sofá inspirado: el Favn

Un sofá inspirado: el Favn

Pero para nada esto son hechos puntuales. Otra de las piezas más reconocidas de la historia del diseño, el Jarrón Aalto fue también tremendamente inspirado en un diseño anterior de Orrefors que, indudablemente no tenía el toque genial que le deio el maestro finlandés.

También la silla Basel de Jasper Morrison para Vitra es, prácticamente, la transcripción a un lenguaje algo más moderno de una típica silla de madera de los Alpes Suizos que puede encontrarse en perdidas tabernas de montaña.

Por supuesto los Eames han sido el motor inspirador de otros muchos. Así su Aluminium Group derivó (aunque la historia es más larga, compleja e interesante) en la Una Chair de ICF.

una inspiradora Aluminium chair

una inspiradora Aluminium chair

Su conocidísima Lounge Chair ha tenido decenas de «hijas» fabricadas por lo más reconocidos productores de mobiliario. De la misma manera su wire chair resulta bastante similar a la Side Chair de Harry Bertoia… y aquí no ha pasado nada.

Una silla inspirada: Una Chair de ICF

Una silla inspirada: Una Chair de ICF

Y es que, el mundo del diseño está lleno de vasos comunicantes. Diseños que inspiran diseños que, en el fondo, es lo que hace avanzar esta enorme maquinaria.

Charlotte Perriand: inspiradora.

Charlotte Perriand: inspiradora.

¿No es acaso la tumbona de Maarten Van Severen para Vitra una clara reinterpretación de la Chaise Longe de Charlot Perriand?

Maarten Van Severen: inspirado.

Maarten Van Severen: inspirado.

Tanto es así que incluso Achile Castiglione inspiró a Juanito Makandé… aunque no creo que el gaditano cite al maestro italiano como una de sus musas inspiradoras.

Juanito Makandé feat Achile Castiglioni

Juanito Makandé feat Achile Castiglioni

 

PS: nos comenta Manuel Naranjo, autor de la foto de Juanito Makandé que Simplemente me gustaría que aclararais que en absoluto es una copia y siento deciros que tampoco sirvió dicha foto como inspiración para el retrato, que yo Manuel Naranjo le hice a Juanito. La foto surgió de una manera casual en una de las sesiones que mantuvimos, partiendo de una cosa tan obvia como su ojo ficticio y espiritual que lleva grabado en la piel. Es ese ojo grabado en su piel el que lleva a una idea de sueño, de sus sueños, de su manera de verlos y sentirlos, entre su sonrisa y sus ojos, los reales y el tatuado.

Nunca hemos dicho que la fotografía fuese una copia pues precisamente lo que defendemos en el artículo es que los grandes diseñadores siempre han tenido una base en la que inspirarse.

Si la fotografía del gaditano está inspirada por la del italiano -consciente o inconscientemente- o no sólo el autor lo sabe y, por ello, siguiendo su petición, hemos citado sus palabras. Lo que está claro es que ambos son dos grandes retratos.

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